El sábado pasado, el Deportivo Pereira volvió a tropezar en su camino por la Liga colombiana, cayendo 2-0 frente al América de Cali en el Pascual Guerrero. Un resultado que, más allá de los números, refleja una crisis que tiene a la hinchada matecaña con el corazón en la mano y la paciencia al límite. Siete fechas, una sola victoria y un mar de dudas: la ilusión de un arranque prometedor se desvanece con cada partido, y la derrota ante los escarlatas no hace más que profundizar la herida.
El partido arrancó con un América incisivo, que encontró en Luis Ramos y Holgado las pinceladas de calidad necesarias para doblegar a un Pereira desdibujado. A los 11 minutos, el marcador ya reflejaba la superioridad local, y aunque los matecañas intentaron reaccionar en el segundo tiempo, la falta de definición –esa vieja deuda– les pasó factura una vez más. Los palos negaron el gol en un par de ocasiones, pero en el fútbol no se vive de “casi”, y el equipo de Luis Fernando Suárez lo sabe mejor que nadie.
El técnico Suárez, en su análisis postpartido, calificó el encuentro como “parejo y abierto”, lamentando la incapacidad de sus dirigidos para concretar las oportunidades. Sin embargo, para el hincha que llenó de esperanza las gradas virtuales y reales, esas palabras suenan a excusa vacía. ¿Dónde quedó el Pereira que supo pelear títulos y poner en jaque a los grandes?
La estadística es cruel: una victoria en siete fechas, acompañada de una anemia goleadora que desespera. Los laterales, hoy son un flanco vulnerable, y la falta de jerarquía en el campo se hace evidente frente a rivales como el América, que, sin brillar en exceso, supo capitalizar los errores ajenos. La afición, esa que nunca abandona, comienza a mostrar su desencanto. “Lo intentamos, pero en el fútbol se gana con goles, no con intentos”, se escucha en los corrillos matecaños, y razón no les falta.
El panorama no es alentador. La tabla de posiciones ubica al Deportivo Pereira en una zona incómoda, y el próximo desafío exige una reacción inmediata. Pero más allá de los puntos, lo que está en juego es la confianza de una hinchada que merece ver a su equipo reflejar la pasión que ellos llevan en la sangre?
La tertulia está abierta, hinchas. ¿Qué opinan de este momento del Deportivo Pereira? ¿Hay luz al final del túnel, o el abismo seguirá creciendo? Los leo en los comentarios. ¡Fuerza, Matecañas, que la historia nos enseña que de las cenizas también se resurge!
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